El diccionario de la Real Academia Española dice lo siguiente:
Cayuco: 1. m. Embarcación india de una pieza, más pequeña que la canoa, con el fondo plano y sin quilla, que se gobierna y mueve con el canalete.
... y esto es un cayuco:
Y ahora partámonos el eje durante unos segundos con el siguiente titular de portada:
Llega al puerto tinerfeño de Los Cristianos un cayuco con 230 inmigrantes a bordo.
Risas aparte y dejando también aparte lo triste del caso, el llamar cayuco a lo que habrá llegado a las costas canarias me parece que está lejos de ser un error inocente. Antes fueron pateras, ahora está de moda lo de los cayucos, lo importante es diferenciar lo que utilizan "ellos" y lo que utilizamos "nosotros". Según los medios, los etarras encierran armas o personas en zulos y no en guaridas; decían que los terroristas del 11 M utilizaron mochilas, aunque las fotografías de la que no explotó dejaban claro que eran respetables bolsas de viaje o de deportes; un poco más allá no hay generales o comandantes sino señores de la guerra. Y así, se siguen utilizando términos, exóticos, capciosos o desconocidos con el fin de mantener las distancias entre los malos y nosotros, los pobres y nosotros, los salvajes y nosotros, los raros y nosotros.
Lo importante es que no nos salpique, claro.
Cayuco: 1. m. Embarcación india de una pieza, más pequeña que la canoa, con el fondo plano y sin quilla, que se gobierna y mueve con el canalete.
... y esto es un cayuco:
Y ahora partámonos el eje durante unos segundos con el siguiente titular de portada:
Llega al puerto tinerfeño de Los Cristianos un cayuco con 230 inmigrantes a bordo.
Risas aparte y dejando también aparte lo triste del caso, el llamar cayuco a lo que habrá llegado a las costas canarias me parece que está lejos de ser un error inocente. Antes fueron pateras, ahora está de moda lo de los cayucos, lo importante es diferenciar lo que utilizan "ellos" y lo que utilizamos "nosotros". Según los medios, los etarras encierran armas o personas en zulos y no en guaridas; decían que los terroristas del 11 M utilizaron mochilas, aunque las fotografías de la que no explotó dejaban claro que eran respetables bolsas de viaje o de deportes; un poco más allá no hay generales o comandantes sino señores de la guerra. Y así, se siguen utilizando términos, exóticos, capciosos o desconocidos con el fin de mantener las distancias entre los malos y nosotros, los pobres y nosotros, los salvajes y nosotros, los raros y nosotros.
Lo importante es que no nos salpique, claro.