miércoles, 30 de mayo de 2007

Marcha atrás

Parece ser que en Polonia se echan atrás; al final va a resultar que no todo está perdido.

El País: Miércoles, 30/5/2007

Polonia no investigará la sexualidad de 'Tinky Winky'

Las autoridades polacas reculan ante la polémica que ha generado su intención de analizar si este 'teletubbie' es o no gay

AGENCIAS - Varsovia - 30/05/2007

La Defensora del Menor de Polonia, Ewa Sowinska, no dejó a nadie indiferente cuando anunció hace un par de días que los psicólogos de su oficina estudiarían si uno de los Teletubbies, el morado Tinky Winky, promovía o no la homosexualidad entre los niños. Sowinska ha rectificado hoy aquellas palabras, a través de su portavoz, Wieslawa Lipinska, que ha afirmado que "ni ha pedido ni pedirá" a los expertos que indaguen sobre la sexualidad del dibujo animado. Ayer, la Comisión Europea dio el enésimo tirón de orejas a la conservadora Polonia, que ha iniciado una auténtica caza de brujas contra los gays difícilmente aceptable.

Uno de las principales razones que condujeron a Sowinska a querer iniciar dichas pesquisas es que el personaje de la exitosa serie de televisión de la BBC, dirigido a niños menos de 4 años, luce un bolso. Sin embargo, su portavoz ha negado hoy que pueda existir una relación entre este complemento de moda y la sexualidad del dibujo. "Son personajes ficticios y no tienen nada que ver con la realidad", con lo que "el bolso, las tijeras y otros objetos que usan los personajes sirven para crear un mundo ficticio que en sí mismo habla a los niños". En este sentido, Lipinska sentenció: "No vamos a tratar nada más sobre este asunto". Preguntado al respecto ayer, un portavoz de la Comisión Europea subrayó que el Ejecutivo comunitario "cree en la libertad de los medios de comunicación".

La polémica se desató cuando periodistas del semanario Wprost preguntaron a Sowinska sobre la leyenda negra de los Teletubbies, rumores que la acusan de promocionar la homosexualidad, algo sobre lo que ella dijo haber oído ya comentarios. En este sentido y sobre el teletubbie Tinky Winky, la defensora dijo que "se dio cuenta de que era morado pero no de que era un chico". Cuando se enteró de su sexo masculino, Sowinska pensó que "sería una molestia para el personaje" pero luego "entendió que podría haber una homosexualidad encubierta" en los personajes del programa de la británica BBC.

"A los niños les encantan los bolsos"

El martes, el día después de que se desatara la nueva polémica, representantes de la BBC, creadores de la serie, negaron una vez más las alegaciones sobre el programa. "A los niños les encanta andar con bolsas de todo tipo y esa fascinación ha sido reflejada en el objeto favorito de 'Tinky Winky'", afirmaron. "Sugerir que el programa tiene alguna connotación simplemente es falso". No es la primera vez que la homosexualidad de Tinky Winky -que además de ser morado y llevar bolso, luce un triángulo en la cabeza, el símbolo que los nazis alemanes usaron para marcar a los gays, igual que la estrella señalaba a los judíos- es objetivo de la polémica ya que en 1999 en EE UU, una publicación de un líder evangélico sugirió que el teletubie era gay.

Ewa Sowinska es miembro del Partido Polaco de la Familia, que lucha contra los derechos de los homosexuales y el aborto. La formación es parte de la coalición de Gobierno de Polonia, encabezada por el primer ministro Jaroslaw Kaczynski. Este el poder, han lanzado una batalla para borrar a gays y lesbianas de la vida pública ante la mirada atónita de Bruselas. "Querer determinar si uno de los teletubbies es gay es un símbolo de la absurda fijación que tienen con el tema", afirmaba ayer Robert Biedron, miembro de la Campaña contra la Homofobia en Varsovia. Reciamente, el ministro de Educación, el devoto Roman Giertych ha propuesto una ley para prohibir "la propaganda homosexual" en las escuelas cuyo objetivo es impedir que los profesores hablen de ello en clase como algo natural.

Hoy mismo, la Fundación Igualdad, que agrupa a los colectivos de homosexuales y lesbianas polacos, ha denunciado que la Policía ha emprendido una campaña de incitación a la denuncia entre las personas con esta orientación sexual. La operación de recopilación de datos sobre los homosexuales se desarrolla en toda Polonia, según relata al diario varsoviano Metro Janusz Boguszewicz, periodista de los portales gays en internet. "Fui citado por la Policía a la comisaría, donde se me interrogó exigiendo información sobre todos mis amigos y conocidos homosexuales", dice Boguszewicz.

martes, 29 de mayo de 2007

Todos somos Tinky Winky

Pues resulta que la última del actual gobierno de Polonia, como ya casi todo el mundo sabe, es que se quieren cargar allí la serie de los Teletubbies porque sostienen que uno de los personajes, en concreto Tinky Winky, fomenta la homosexualidad (se supone que la masculina), entre los candorosos niños que ven el programa. A la defensora del menor no le gusta que lleve bolso, por muy mágico que sea. Supongo que el fundamentalista gobierno polaco preferiría que llevase un par de pistolas, o una cartera bien llena de dinero; o por lo menos que estuviera todo el rato escupiendo al suelo y soltando tacos.
Supongo que esto sucede en la misma televisión pública que en su momento, 1988, produjo la serie Decálogo de Krzysztof Kieślowski; todo un hito y una muestra del tipo de televisión absolutamente censurable y censurada en las democracias de hoy en día: cuestiona el sistema imperante, tiene una altísima calidad en todos los niveles, hace pensar... Como vemos, estos también están mejor ahora, como en Irak sin Saddam Hussein (salvando las distancias). Cuando leo o veo como se le cae la baba a la peña cuando habla de la caída del Muro de Berlín, que es casi como la Transición Española a escala planetaria, o sea, buena "per se", acabo echando de menos el Pacto de Varsovia (esto que acabo de escribir, es de una frivolidad descomunal, y los primeros que tenían que hablar son los de allí; pero es evidente que algunos muros se destruyen mientras que otros se hacen más altos, más largos y más firmes; entonces ¿para qué?)
Por cierto; la misma gente que señala con el dedo a Tinky Winky en Polonia es la que ha sacado el mayor número de votos en las últimas elecciones de por aquí. Y es que es muy bonita la abstención activa, pero la derechona siempre vota.

sábado, 26 de mayo de 2007

Reflexiones

El título podría ser Reflexiones de un sábado de mayo con un tiempo espantoso, pero es demasiado largo. Hoy es día 26, jornada de reflexión, y realmente la que me hago no es a que partido voy a votar. La primera que se me ocurre es que se me ha ido Mayo sin darme cuenta. Y eso, a pesar de la cantidad de cosas que me han pasado; en definitiva las que nos pasan a todos en un mes, que por muy rutinario que se nos muestre, si nos ponemos a pensar son muchos días. En cualquier caso, y hablando de las elecciones de mañana, pues que ya era hora de que llegaran. A ver si se calman de una vez y nos dejan en paz.
Pues mañana además de las elecciones es día de comuniones. El día pasado me lo recordó una compañera de clase preocupadísima porque iba a ser la de su hijo y era probable que hiciese un tiempo de perros. En efecto; es una putada. Pero cuando te cuentan algo así... hijos... comunión... qué tiempo va a hacer... ¡Dios mío, qué vida más distinta!
Bien poco me acuerdo de mi comunión aunque ayer mismo casualmente estuve comiendo en el mismo restaurante donde hace 34 años, si no he hecho mal las cuentas, hicimos el "banquete". Hoy, en cambio, tengo preparados para imprimir y enviar los papeles para apostatar. Creo que lo tengo que hacer, me parece que podría pensar más de una docena de razones para hacerlo, pero al parecer, pasan de todo y hay que andar reclamando contestación, denunciando a la Agencia de Protección de Datos... vamos, que da mucha pereza.
Pues precisamente por esto habría que hacerlo. Primero porque tiene narices que uno NO SE PUEDA BORRAR, solo apostatar. Segundo, porque cuantos más seamos mas fuerza tendremos. Y tercero, porque uno tiene que ser coherente consigo mismo.
Por si a alguien le interesa apostatar pongo un vinculo aquí con información e instrucciones. Y mañana a votar... coherentemente.

domingo, 20 de mayo de 2007

Canon en las bibliotecas

Me encuentro de pronto con este texto en el blog Retiario de Pepe Cervera. Como me ha gustado lo reproduzco (y sobre todo por que se meten con los sagrados coches). En una próxima nota pondré ese artículo que tanto me gusta de Patricia Godes sobre la crisis de la industria musical, piratería, canon, etc. Incluyo también el vínculo que me ha llevado hasta el artículo, la página web No al préstamo de pago en bibliotecas.

"Prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra. Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas".

José luis Sampedro.


23 Abril 2007

Ojalá los libros fueran coches

¿Qué es más irritante, ser robado o que lo tomen a uno por idiota? En este día del libro nuestros políticos nacionales, de la mano de los europeos, han conseguido la rara hazaña de irritarnos a la vez por ambos conceptos. Por una parte crean una nueva tasa sobre los libros según cómo se usen: los que estén en bibliotecas pagarán extra. Por otro aseguran que en ningún caso será el usuario el que abone la tasa, puesto que los gobiernos central y autonómico se encargarán de su pago. ¿Y con qué dinero, cabe preguntar, con el sueldo de los señores diputados o europarlamentarios? No: con el de los presupuestos que sufragamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos. Y todo para favorecer a unos particulares: en concreto a una industria anclada en una lógica perversa basada en controlar y cobrar una y mil veces el producto una vez vendido.

Para entenderlo, usemos una analogía: imagine que la venta de coches funcionase como la edición de libros o música. Usted compraría un coche, y lo pagaría, y sería suyo. Pero dentro de su precio se incluiría una compensación al fabricante por el negocio que pueda perder si le presta usted su coche a un amigo (canon por reproducción mecánica). Asimismo las empresas de alquiler de automóviles deberían indemnizar al fabricante por sus pérdidas, dado que quien alquila no compra (canon de bibliotecas). El fabricante también cobraría un tanto por litro de gasolina vendido, ya que la mayoría de la gasolina se usa en automóviles (canon por copia privada). Por fin, para llevar otras personas en su coche tendría que pagar otra vez (comunicación pública). Sin duda la industria automovilística solicitaría también duras leyes para acabar con la piratería, con tanta gente comprando gasolina sin canon, prestando el coche durante semanas o viajando con amigos sin pasar por caja. Incluso se hablaría de un diabólico invento llamado 'ferrocarril' capaz de transportar a miles sin pagar un euro por ningún concepto... un invento que la industria estaría intentando ilegalizar, o controlar, o mejor aún cerrar. Porque de lo contrario ¿qué sería de los pobres diseñadores de automóviles?

Pero claro, no es lo mismo. El gobierno no tiene entre sus funciones y objetivos el fomento del parque automovilístico, ni tiene un compromiso especial con los diseñadores de automóviles. Sí que tiene entre sus funciones y objetivos el fomento de la cultura , y entre sus compromisos uno muy especial con los autores, a través de sus representantes. Quizá tanta atención sea la causa última del desastre que se avecina: del modo como los defensores de la cultura y los encargados de su fomento se están cargando la industria cultural con leyes absurdas, contraproducentes e irritantes para sus clientes. Naturalmente, ningún político sería tan suicida como para fomentar así la industria automovilística. Pero la cultura es otra historia; debe ser protegida a toda costa. Hasta su destrucción total.

Pepe Cervera

domingo, 6 de mayo de 2007

Tomate


Recupero una reseña que salió en Rebelión hace ya algunos años, sobre la publicación del libro "Mírame tonto" de Mariola Cubells. Este artículo tiene más de tres años. Desde entonces todo ha ido a peor.


Confesiones de una fabricante de telebasura arrepentida

Mariola Cubells
Cubarte

"Mentimos, engañamos, ganamos dinero, sobornamos, despreciamos, manipulamos concursos, tergiversamos informaciones, llevamos a individuos a la tele sabiendo que su aparición les destrozará la vida, diseñamos programas zafios sabiendo que lo son, somos racistas, estafamos a directivos de televisión..."

¿Qué hay detrás de los programas llamados "basura"? ¿Cómo consiguen los redactores de talk shows llevar a plató a ese hombre, ciego, abandonado al nacer, que años más tarde pillaría in fraganti a su mujer con su padre en la cama, justo en el día de su aniversario? Cuando llora un invitado, famoso o no, o cuando se abraza efusivamente con otro, ¿son lágrimas de verdad y afecto sincero? Llama en directo el amante secreto de la entrevistada y muchos creen que es espontáneo ¿Es realmente así? ¿Qué parte es improvisada y qué parte está en el guión? Una periodista que ha trabajado durante años en este tipo de programas, Mariola Cubells, lo cuenta todo en el libro ¡Mírame tonto!, recientemente publicado por Ediciones Robinbook, con prólogo de Carmen Alborch, y del que en una semana se vendieron los 3.000 ejemplares tirados. La obra sale a la venta en un momento en que la polémica en torno a la "telebasura" vuelve a ser tema principal en las columnas de los críticos y preocupación para los programadores de televisión.

"Sólo me interesan los analfabetos y las marujas. Cualquier persona que haya leído un libro en los últimos cinco años no me sirve como espectador ni, por descontado, como testimonio". Son palabras textuales del director de un programa de televisión. Escrito con la estructura de un programa de televisión -con presentadora, promo, sumario, bloques de contenidos, citas, invitados y publicidad-, la autora desvela con humor, ironía, desprecio, y mucha autocrítica, el lado más oscuro de la "telebasura" a través de multitud de anécdotas del "mundillo" -algunas con nombre y apellidos- que escandalizarán a los espectadores que desconocen cómo se trabaja a menudo para sacar adelante un programa de televisión, y en las que se verán reflejados muchos periodistas de televisión. O no.

La gota que colmó el vaso

Entre otras cosas, Mariola Cubells cuenta los trucos que utilizan las cadenas para subir la audiencia. Por ejemplo, da detalles sobre las consignas que el programa de Canal 9 Parle vosté, calle vosté daba a sus invitados. Fue precisamente en este programa, según contó la autora en la presentación del libro, donde un día, el 17 de enero de 1997, "vio la luz" y se dio cuenta de que no quería seguir haciendo este tipo de televisión.

En el programa de ese día, titulado "¿Las mujeres no llegan a más, porque no pueden?", un invitado que había conseguido Mariola Cubells, y al que ésta previamente le había dado indicaciones para que fuera muy agresivo y "cañero", pronunció esta frase en directo: "Las mujeres no tienen alma ni derecho al orgasmo, como esas tres de la mesa, y las feministas se arrastran por el mundo". La periodista corrió horrorizada para abofetear al joven por decir semejante barbaridad, pero se encontró por el camino con el director del programa "frotándose las manos" por el pico de audiencia que tendrían al día siguiente (33%). Cuando llegó, le dijo: "¿Tú eres imbécil? ¿Cómo te atreves a decir eso?". Él la miraba atónito y la respondió: "¿No me habías pedido que metiera caña y bronca? Pensaba que eso era lo que querías?". Mariola Cubells concluye en el libro: "Tenía razón. Era eso lo que quería. Era eso lo que queríamos todos".

Mentimos, engañamos, sobornamos, despreciamos...

Una de los fragmentos más interesantes de ¡Mírame, tonto!, y que reproducimos a continuación, es la confesión con la que la periodista "arrepentida" comienza su libro:

Mentimos. A usted, que nos ve desde casa. Y a usted, que viene a la tele a contarnos sus cuitas.

Engañamos. A cientos de personas para conseguir que vengan al programa. O para sacarles una declaración. Los confundimos diciéndoles mentiras redondas y los traicionamos abusando de su confianza.

Ganamos dinero. Unos más que otros. Todo vale para conseguirlo. Aceptamos lo que nunca pensamos que aceptaríamos. Por dinero, sí. ¿Usted no?

Sobornamos. Pagamos a los parias de la tierra si es preciso.

Prometemos. Cosas que no vamos a poder cumplir. A ustedes, a los que van a la tele a contar y a los que nos escuchan desde el sofá de casa.

Despreciamos. No nos importa que usted crea o no lo que está viendo. Lo único que queremos es que lo vea. Y que se calle. Y que nos vuelva a ver mañana.

Manipulamos concursos, si hace falta, para que ganen los guapos. O para mantener el ritmo. O para que no se aburran; sobre todo, no se aburran, por favor.

Tergiversamos y editamos informaciones para que resulten más acorde a nuestros fines, porque eso es lo que nos han pedido nuestros jefes. En un informativo o en un programa estéril.

Incitamos a nuestros subordinados a que hagan los mismo. Y si se niegan, los despedimos, o en su defecto los ninguneamos. ¿Qué pasa?

Trasegamos con los famosos pagando, como saben, cantidades desorbitadas. Y a los neofamosos podemos convertirlos. Faltaría más.

Llevamos a individuos a la televisión sabiendo que su aparición en pantalla puede destrozarles la vida; nos reímos de su simpleza y la festejamos con el resto de compañeros. Con solidaridad y buen humor.

Ponemos la lupa en sus miserias y utilizamos nuestro poder de persuasión, nuestra capacidad para cambiar de registros y nuestros bagaje, a fin de convencerlos de que lo mejor para ellos es que hagan y digan lo que nosotros queremos...

Diseñamos programas zafios sabiendo que lo son, porque consideramos que muchos de ustedes son, simplemente, espectadores analfabetos.

Somos a menudo racistas, clasistas, despóticos, elitistas y crueles. Sin contemplaciones y sin arrepentimientos.

Obedecemos órdenes intolerables.

Provocamos el llanto a veces; inducimos a desvelar secretos, otras.

Decimos que sí cuando debemos decir que no.

Rastreamos lo cutre en los peores lugares para trasladarlo al lugar en que trabajamos. Vamos a clubes de putas, a casas de la caridad, a discotecas de abuelos, a las esquinas de las calles, a buscar a gente desesperada, y luego utilizamos esa desesperación, que es real, para nuestros fines.

Conseguimos que los más débiles, los menos privilegiados intelectual, culturalmente, nos llenen horas de emisión.

Estafamos a directivos de televisión (que saben que están siendo estafados) inflando presupuestos de programas que producimos para ganar mucho dinero.

Nosotros, ciudadanos de primera, adscritos a plataformas de pago, hacemos una televisión menor, por debajo de nosotros mismos, y que no vemos, desde luego, para que ustedes, ciudadanos de segunda, que no ven otra cosa, pobres, que la televisión generalista, disfruten.

Lo hacemos conscientemente, en pleno uso de nuestras facultades mentales y en el ejercicio de nuestra profesión de periodistas."

miércoles, 2 de mayo de 2007

Lizz Wright

Siempre estoy renegando diciendo que a tal o cual músico, escritor o lo que sea, no se le ha hecho justicia, que no le conoce nadie a no sé quién y no hay derecho, que lo que se hace ahora no vale dos duros y otros comentarios de ese tipo. Pues ahí va, para los que tengan banda ancha o paciencia, una actuación en directo de Lizz Wright, que me gusta horrores a pesar de ser nueva y estar en camino de ser conocida ¡Hala!