Hoy me dejo llevar por el entusiasmo y escribo, tal vez demasiado pronto, sobre dos descubrimientos. Las estoy oyendo ahora mismo y con deleite y no creo que mañana cambie de idea. Una Keren Ann, Israelí-holandesa y medio francesa, otra, Katie Melua, georgiana-británica. ¡Viva la mezcla! (aunque cuidado con los conversos, que a veces son los peores). Los éxitos en los últimos años de la difunta Eva Cassidy, de Norah Jones o de Carla Bruni, por ejemplo, parece que mueven a la industria discográfica. Esta claro que si estas dos no fueran monas no les habría hecho caso ni cristo pero, vamos, nada que ver con las Britneys.