Veinte años después, como los Mosqueteros, he vuelto a París. Poco tiempo y en un viaje turístico, es decir: ver la torre Eiffel, Champs Elysées, Arco de Triunfo, Notre Dame, etc. Mucho ha cambiado París (mucho hemos cambiado París y yo) en este tiempo, aunque quizá sea para seguir siendo la misma. Espero volver pronto, que no vuelvan a pasar otros 20 años hasta la próxima. De mientras la tendré presente gracias a los souvenirs (en francés se dice souvenir, igual que en castellano), como por ejemplo: Jehro músico nacido en Marsella con influencias musicales americanas y africanas fruto de su estancia en Londres (ya se sabe, no vayas a Londres si quieres aprender inglés). Tiene un disco, que se llama como él, Jehro, que no dejo de oír y que descubrí en el agradable café-restaurant Brise Miche en la plaza Stravisnki, al lado del Centro Pompidou-Beaubourg. Un sitio como París no se agota; vayas 4 días o 40 siempre te quedará algo por conocer, por ver o por probar. A lo dicho: habrá que volver.