De pronto llega la vorágine festivo-estival y como no estés bien agarrado, la ola te lleva hacia adentro y hay que sudar para volver a la orilla; como en aquellos tiempos, en la entonces traidora playa de Gros. Menos mal que tengo flota.
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Publicado por Antxon en 15:37
Etiquetas: Ocurrencias