Lo siguiente es un extracto de una entrevista a Shahla Sherkat, directora de la revista iraní Zenan, que aparece en el diario Público de hoy. No sé de que pie cojea esta señora (y perdón por la desconfianza, pero lo mismo está pagada por la CIA) pero, de entrada, me interesa cuando dice que el islam es interpretable y que la base de la discriminación es la sociedad patriarcal. Además cualquier noticia sobre Irán, así como sobre otro lugar o aspecto víctima de la desinformación, me parece digno de leer, aunque sea entre líneas.
P- En los últimos meses, las autoridades han detenido a activistas y reforzado la discriminación contra las mujeres. ¿Cómo reacciona?
R- El problema del Gobierno es su ideología. Considera que la mujer debe quedarse en casa. Su principal preocupación es que pongamos en riesgo la estabilidad de la familia. Por ejemplo, uno de los proyectos del Gobierno es limitar la presencia de mujeres en la universidad [son ahora el 65% de los universitarios]. Quieren imponer cuotas de 50% hombres y 50% mujeres. Una de las consecuencias es que una mujer con buenas notas de acceso puede ver cerradas las puertas de la universidad y renunciar a sus proyectos personales y profesionales.
P- ¿Cuál es la base de esa discriminación? ¿El islam?
R- La base de la discriminación es la sociedad patriarcal que domina en todo, desde arriba hasta abajo. El patriarcado se impone hasta en núcleos tan pequeños como la familia.
P- ¿Considera entonces que el islam puede ser un arma de cambio para las mujeres?
R- Sí. El islam puede interpretarse de diferentes maneras. La religión debe adaptarse a nuestros tiempos y no al revés; no se debe cambiar nuestra manera de vivir por los preceptos del islam.
R- La base de la discriminación es la sociedad patriarcal que domina en todo, desde arriba hasta abajo. El patriarcado se impone hasta en núcleos tan pequeños como la familia.
P- ¿Considera entonces que el islam puede ser un arma de cambio para las mujeres?
R- Sí. El islam puede interpretarse de diferentes maneras. La religión debe adaptarse a nuestros tiempos y no al revés; no se debe cambiar nuestra manera de vivir por los preceptos del islam.